Telecinco cumple 20 años



¿Telecinco dígame? Veinte años cumple Telecinco y lo celebró anoche con una gala presentada por Jesús Vázquez. La televisión, que tanto se critica, y que, en ocasiones, da lo peor de sí misma, puede darte en otros momentos imágenes inolvidables.
Yo tengo 25 años, desde hace 3, apenas veo la tele; sin embargo, entre los 10 y los 20 la vi mucho; vi mucho, sobre todo, Telecinco. Por lo tanto, de sus 20 años, 10 estuvimos realmente muy unidos. Por eso, que Telecinco celebre su aniversario a mí me causa una especial emoción.

Una de mis primeras polémicas en casa cuando era una enana fue la de negociar la hora de dormir. Lo recuerdo como uno de los conflictos más arduos y en los que, muy poco a poco, conseguí ir ganando terreno. Me costó lo suyo. Aunque si en casa sabían algo es que los martes nadie me mandaría a la cama. La serie Médico de familia empezó a emitirse en septiembre de 1995, yo acababa de cumplir 10 años. Algunas temporadas después, en una Nochebuena en la que mi madre tuvo que trabajar, mi hermano y yo fuimos a cenar a casa de mi abuela. Librarme de la cena familiar supuso que pudiese ver el capítulo de Médico de familia de esa noche. “Pide un deseo, es Navidad”, se titulaba. Fue mi capítulo favorito y ahí empezó mi obsesión con la serie. A partir de entonces, decoré mi cuarto con fotos de Médico... Era una niña un poco rarita, sí. Y mientras mis amigas llenaban las paredes sus cuartos con fotos de los Backstreet Boys, yo empapelé la mía con recortes de Nacho y Alicia.

Cuando alguien me conoce de nuevas y se entera de mi devoción por la actriz Lydia Bosch le hace gracia... A mí me hace gracia el saber que sí ahora me ven como una "flipada" de Lydia, lo que hubiesen pensado si me hubiesen visto cuando tenía once años e iba al colegio con un colgante de ella, como las madres antiguas que llevaban en un camafeo las fotos de sus hijos. 
Fui su fan obsesiva de niña y con los años me he convertido en una admiradora adulta y racional. Sólo lo podrían entender quienes me conocieron entonces, quienes me vieron contar las horas para que llegasen los martes y empezase Médico, quienes me vieron coleccionar cromos y me ayudaron a rellenar el álbum de estampas de la serie, quienes me vieron aprenderme los guiones, inventar historias nuevas, saberme cada detalle de la serie y de la vida de sus actores, quienes entraron en aquella habitación de niña llena de recortes…
Lydia Bosch fue mi ídolo juvenil. Y Médico de Familia fue la serie que me acompañó, sin traicionarme nunca, entre los diez y los quince años. Sé que al contar esto, puedo quedar como una "freaky", pero no me importa; volvería sin dudarlo a ser esa fan que se ponía la gorra de Médico de familia para ir a las acampadas. Mi amigo Jorge y yo convertimos esta afición compartida en la esencia de unos años muy bonitos. ¿Cuántas veces interpretamos hasta la saciedad muchas de las escenas (¡Anita no es tu hija!)? Eran aquellos años en los que Madrid era la ciudad de nuestros sueños y desde Huelva nos parecía un lugar muy, muy lejano.
Nacho, Alicia, Juani (Luisa Martín me sigue pareciendo una de las mejores y más inteligentes actrices españolas, y adoro verla haciendo teatro), María, con la que me sentía identificada porque crecíamos a la vez, Chechu, Anita, Alberto, Manolo, Poli, Gertru... y tantos otros. Nuestra devoción fue tal que Jorge y yo decoramos la sala de estar con flores y carteles de "Vivan los novios" el día en que se emitió el capítulo en el que Nacho y Alicia se casaron...

Por esto, T5 está asociado a mi vida. T5 fueron los telecupones con mi abuela y las risas de mi madre viendo Querido Maestro. Fue Médico de familia por encima de todo. También, unos años después, Periodistas, -y ya he contado alguna vez “el daño” que nos hizo la serie a los que quisimos ejercer la profesión-. Y T5 también fue Motivos Personales, una serie que para mí fue especial, no sólo por recuperar a Lydia, sino porque todas las amigas "segovianas" convertimos en un rito compartido ver la serie, en los que fueron los mejores años de la Universidad... Y al final, Telecinco acabó siendo el lugar donde hacer prácticas durante unos meses. 

Me alegro de que Telecinco cumpla 20 años y les deseo lo mejor. Aunque fueran los culpables de que me dejara todas las pagas en cintas de vídeo (tengo TODOS los capítulos de Médico grabados en VHS).
Esta cadena de TV, que después me tocaría estudiar durante la carrera, está vinculada a mi vida, igual que lo está Lydia Bosch. El día que por fin logré conocerla en persona supe que ya nunca dejaría de admirarla. El temor a conocer al ídolo se disipó con sus sonrisas y su ternura. Fue conmigo y con Jorge (como no, la conocimos juntos) absolutamente encantadora. Por eso, si Médico de familia y Periodistas serán siempre mis series, Lydia será siempre mi actriz más especial y a la que siempre le tendré una admiración absoluta y, sobre todo, un cariño enorme.