Alejandro Sanz se rodea de amigos en Madrid

Alejandro Sanz ha crecido, y su público también. Aquellas fans adolescentes que se desgañitaban, «a voz en grito» con «Corazón partio» y «Pisando fuerte», hoy han dado paso a un público mucho más adulto y heterogéneo que, prácticamente, agotó localidades en el Palacio de Deportes de Madrid, y eso que era ya el tercer concierto que el cantante daba en el recinto, en lo que lleva de su gira «Paraíso Express».
 
A, precisamente, «¿qué es el paraíso?» contestaron personas de todo el mundo en un vídeo que se proyectaba mientras los músicos calentaban motores. A las 22.17, un Alejandro Sanz mucho más rockero y menos melódico, envuelto en efectos de luces en tres dimensiones, hacía su aparición con gritos de «Vamos, Madrid» y el tema «Mi Peter punk», de su último disco.
 
Cuando a continuación empezó: «No me da vergüenza decir que lo eras todo para mí…» quedó patente que los años han pasado para todos. «Lo que fui es lo que soy» no sería el único tema que rescataría de su disco «Viviendo deprisa», de hace ya casi dos décadas. Eso sí, menos acústico y más rítmico, y con potentes acompañamientos de guitarra eléctrica. De su guitarra, por cierto, el músico no se separó en toda la noche, a excepción de los momentos últimos, cuando cantó algunos temas –una versión de un pasodoble del compositor gaditano Juan Carlos Aragón, «Tú no tienes la culpa», y «Lo ves»– al piano, en el que se convirtió en el momento más íntimo del espectáculo. 
 
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