Entrevista a Carles Francino: "Lo primero es tener claro qué es ser periodista"

Pregunta.- ¿Dónde está el truco para no dejarse atrapar por la monotonía?
Respuesta.- Cada día escribes historias diferentes. La monotonía o la rutina es cuando en la radio haces algo previsible. Cuando tú pones la radio y dices ‘a esta hora ya sé lo que me van a contar y cómo’, pero como la actualidad es cambiante, como la vida, si te adaptas a eso, y para eso lo mejor que hay es la radio, no te puedes aburrir. Otra cosa es cómo te tomes el trabajo. Yo me lo tomo así, con sorpresas, improvisación, buenas noticias, malas, mucho género del reportaje para dar voz a la gente de verdad, a la calle, y no sólo a portavoces de la política; hacer temas de salud, consumo, educación, y debatir con los oyentes. Hay que salirse de los carriles habituales de los gabinetes de prensa, de la política, entendida como información de partido de letra pequeña. Si tienes claro eso y te metes en ese berenjenal... Yo disfruto en el trabajo y creo que se me nota. Si no, no estaría haciendo esto ni estaría levantándome a las dos y media cada día.

P.- ¿Cómo ve el periodismo que se hace hoy en día? 
R.- Tenemos dos grande peligros para los que entendemos este oficio de una manera determinada que consiste en, no sólo contar cosas, sino explicarlas. Lo de ‘está pasando, estás viéndolo’, me parece muy bien, pero yo creo que nuestro objetivo es ‘está pasando, estás viéndolo y lo estás entendiendo’; ese es el gran reto. Hay un alud de noticias y datos imposibles de asimilar, poco tiempo para pensar, mucha velocidad. Necesitamos tiempo para digerir lo que vamos a contar. El otro peligro es la precariedad. Las empresas periodistas, incluida la nuestra, están en un momento difícil, son más débiles, y esto es una amenaza clarísima para el periodismo: a más precariedad, menos independencia. Y, desde luego, un país sin medios potentes, sin independencia, y sin periodistas sólidos es un país un poco más insano. 

P.- ¿Cómo se están viviendo desde dentro los problemas de Prisa?
R.- Con mucha preocupación. Hay inquietud entre todos los profesionales. Hay unas cifras, y sabemos que hay algunas personas que no van, o que no vamos, a seguir, y eso provoca desazón. Son decisiones empresariales en las que nosotros podemos entrar o salir relativamente, pero lo que no debemos hacer es ponerlo fácil. Por encima, tenemos que hacer nuestro trabajo mejor que nunca, ese es nuestro compromiso y debemos intentar que esto nos afecte lo mínimo posible en el resultado final. Tenemos que pensar en el oyente. Esto afecta en el ambiente de trabajo, pero espero y deseo que Prisa acorte los plazos de un año que se han dado para hacer este ERE, porque estar muchos meses con esta incertidumbre, es difícil de soportar.

P.- Y a los periodistas que engrosan la lista del paro, ¿qué les diría?
R.- La experiencia de uno sirve poco para los demás y yo no soy nadie para dar consejos. Lo que sí puedo es compartir alguna reflexión. Los jóvenes que quieren ser periodistas, que tengan muy claro lo que es este oficio: contar las cosas que pasan y hacerlo desde todos los puntos de vista posibles. Como gratificación, no va a hacerse millonario, a veces ni a tener trabajo, ni a ser muy poderoso ni una estrella. Pero nuestro oficio tiene un punto de componente social, como el maestro o el médico. Los periodistas somos indispensables en la sociedad, pero tenemos que saber cuál es nuestro papel. Si lo confundimos con salir en la tele, ser famoso, decir a todo amén, o buscar estabilidad, vamos mal encaminados. Y luego, paciencia y esperanza, son tiempos muy duros y van a seguir siendo duros durante ya veremos qué plazo, pero si creen en este oficio, tarde o temprano, una oportunidad saldrá, y si no, tampoco pasa nada, que en la vida hay más cosas aparte del trabajo... Pero lo primero es tener claro qué es ser periodista.

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