Hay 190 gatos, ¿quiéres uno?




"Dios hizo el gato para ofrecer al hombre el placer de acariciar un tigre”. Esta mítica cita de Víctor Hugo se materializa al entrar en la sala, un pequeño espacio que rebosa de gatos.
Atigrados, blancos, negros, de angora... Estamos en la nave que la protectora de animales de Ceuta destina al cuidado de felinos, y da la sensación de que allí no entra un animal más.
“Habréis perdido la cuenta de cuántos gatos hay aquí...”, cuestiona EL PUEBLO. “No, hay 190”, responden, mientras van nombrando a cada uno y contando sus historias. Cariñosos, juguetones y curiosos, ellos se acercan al intruso y huelen si es o no de fiar.
Después, escalan, arañan la mochila, se suben en los hombros como si fuesen loros y maúllan exigiendo una pequeña atención, algún mimo que agradecer con un ronroneo. Los 101 dálmatas se quedarían en poca cantidad.
Impresiona ver a cerca de doscientos gatos juntos. Ni la mísmisima filósofa María Zambrano, que durante su exilio romano se hizo famosa en la Plaza del Popolo por compartir casa con treinta gatos. Claro que por algo Roma, además de eterna, es conocida como “la ciudad de los gatos”, los cuales, vagabundean a sus anchas por las ruinas, y se van a dormir la siesta a la sombra de las pirámides, en el cementerio acatólico.
Si fuese por Juan José Tuset, el actual presidente de la protectora, atenderían a más gatos. “Pero es que no podemos, ya ves, no entran”, reconoce.
“Además, no disponemos de medios económicos para mantenerlos”. Gracias a un convenio con la Ciudad, cubren los gastos sanitarios: vacunas, veterinario... Pero la alimentación, unos 20 kilos de pienso mensuales, corre por parte de la protectora. En total se necesitan unos 1.200 euros mensuales que con los fondos apenas llegan nunca a cubrir. Las cuotas de socios, cinco euros al mes, son imprescindibles pero no sufi cientes. También intentan sacar algo de dinero con algunas actividades, como el calendario que realizaron en Navidad, o el festival celebrado el pasado fin de semana.
Pero la recaudación fue inferior a la prevista, poco más de 1.400 euros.
Compañia en días sin tiempo Según estudios recientes, en estos tiempos de prisas y crisis, el gato, que en principio requiere menos atenciones que el perro, se está alzando como animal de compañía por encima del perro. “Da menos trabajo, sí; no hay que sacarlo a pasear, pero esto no significa que no requiera cariño”, matiza Esperanza. Es una voluntaria que acaba de llegar a la protectora para dejar un gato. El animal apenas puede mantenerse en pie. Lo ha encontrado cerca de la comisaría de Los Rosales. A pesar de los años que lleva cuidando animales, aún se sorprende: “La gente pasaba, veían al gatito en el suelo, tan enfermo, y ni se acercaban”. Como muchos de los gatos que llegan hasta al centro, está afectado de rinotraqueitis viral, por lo que echa muchos mocos.
“Vas a salir de esta, pequeño”, le susurra al felino, que acurruca en una toalla. “Está muy grave, pero otros que han llegado peor han salido adelante”, añade Tuset.

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