El símbolo y el cuate

El símbolo y el cuate
(2013, España) DOCUMENTAL
Dir. Francesc Relea

El símbolo... de un país, de una generación que luchó (y sigue luchando) por unos ideales, por defender la parte real de las utopías... Joan Manuel Serrat. Y el cuate, el hermano del alma, el amigo, el que pone palabras a los pensamientos en una noche de borrachera melancólica... Joaquín Sabina. El símbolo y el cuate es un recorrido por parte de la gira latinoamericana que realizaron en 2012 y 2013 los dos artistas bajo el lema "Dos pájaron contraatacan". Un equipo de grabación siguió a Serrat y a Sabina por Argentina, Uruguay, México, Chile y Perú y habló con ellos, con quienes los acompañaron y también con quienes allí los recibieron con el alma contenida, con el presentimiento de que sería la última vez que pisarían juntos los escenarios y estadios de América Latina. 

Pero además de música, bambalinas y gárgaras para enjuagar los sonidos de una gira que sabe a resistencia, el documental narra la memoria colectiva e individual de las ciudades por las que pasan los músicos en su gira. Los años 70 y 80, cuando Serrat estaba prohibido, cuando le denegaron pisar algunas tierras, los exilios, cuando cantar era un acto revolucionario y Serrat y Sabina, con 40 años menos, las voces más claras y las melenas más largas se convirtieron en lo iconos de la esperanza, en el canto de un pueblo que aclamaba libertad y justicia, que apedreaba con versos y guitarras las opresiones y las dictaduras. 

Un recorrido histórico con una banda sonora muy clara. Por todo ello, además de emocional, el recorrido es informativo (periodistas y fotógrafos de antaño se suman a la crónica, además de personajes de la cultura como Ricardo Darín). Lo que conlleva a que entre una sonrisa por las ocurrencias de los dos personajes, en vuelo o desde el estudio de Tirso de Molina, aparezca un dolor en el pecho y un lamento, y las lágrimas irresistibles surquen el rostro en mitad de una canción. Porque es mucho más que música. El símbolo y el cuate es belleza y esperanza, porque aún (y con mucha fuerza) hacen falta símbolos y cuates, y como antaño nuestros hermanos latinos, ahora es España la que está muriendo y la que necesita cantar y creer y actuar y reivindicar.