"Todos creemos en algo hijo. Unos en unas cosas, otros en otra. El pájaro, los geranios, o las piedras del río no creen en nada, pero las personas sí, todos creemos. Ese cantante tan famoso que fue al Café cree en la música; si no, no hubiera podido cantar como lo hizo aquella noche. El tío Luis cree en la fuerza, en su oficio, en sus chicos. Hasta en las comidas que la tía le prepara. Tu padre creía en la República y luchó por ella, luchó y perdió; lo pagó muy caro, pero eso es lo de menos, aunque duela tanto. Lo de más es que luchó por lo que le parecía justo.
Que tú dejes de creer en algo de lo que te enseñaron de pequeño es normal, la vida no se detiene por ello; te quedarás vacío un tiempo, y luego descubrirás cosas nuevas en las que pondrás tu confianza, y alguna, ya lo verás, te hará entender mejor todo esto. Deja que pase el tiempo y no te preocupes más, yo estoy aquí, contigo."
La forja de un rebelde, ARTURO BAREA