De no ser escritor, hubiese sido criador de caballos. Le encantan. Pero se hizo escritor convencido de que así podría cambiar el mundo. Dominique Lapierre, autor de éxitos como «La ciudad de la alegría» o «Esta noche, la libertad», no ha perdido ese optimismo. Tiene la fuerza del caballo y la ternura de los niños que conoció en Calcuta.
No empieza un libro hasta que no reúne «voluntad y material suficientes para escribir diez libros», y cuando lo hace, primero rellena tres columnas sobre el lugar: en la primera anota colores; en la segunda, sonidos; y en la tercera, olores. «Quiero dar al lector la impresión de que vive la historia desde dentro», explica.
Es francés, pero habla un perfecto español. Ahora regresa a Madrid para presentar en la Feria del Libro la reedición que la editorial Planeta hace de sus obras claves. Ha escrito (gran parte al alimón con Larry Collins) sobre los grandes temas de la historia contemporánea: la II Guerra Mundial en «¿Arde Paris?», la guerra civil española en «O llevarás luto por mí», la creación del estado de Israel en «Oh, Jerusalén», Sudáfrica en «Un arco iris en la noche»… Pero mantiene una especial relación con la India. Por eso, «La ciudad de la alegría» es «un himno al alma, a la capacidad de ser más poderosos que la adversidad», anota.
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