Mucho más que sólo whisky

Quizás no te suene Glasgow como ciudad cutural, pero su inacabable oferta musical y sus edificios de ”art nouveau” deberían conseguir sacarte del pub. Es el momento de descubrir la ciudad “with style”.

Alguien dice: Glasgow. Y al viajero se le viene a la cabeza, primero el whisky; segundo, la música.

Nos encontramos en la ciudad más grande de Escocia y la tercera del Reino Unido, sólo superada por Londres y Birmingham. Pero si la famosa bebida es seña de identidad en todo el país, en la ciudad de Glasgow se lleva la palma. Por eso no es de extrañar que cuando a un visitante se le pregunta sobre la marcha y la fiesta nocturna en Glasgow, lo primero a lo que aluda es a la cantidad de peleas callejeras. Ya se sabe, es lo que pasa con los excesos del alcohol…

Igual de aclamada es la música, que se ha convertido en uno de los principales reclamos turísticos de Escocia, además de sus bucólicos paisajes tan verdes. En concreto, Glasgow es una de las ciudades europeas que más actividad musical concentra. Mensualmente son cerca de 500 los eventos culturales relacionados con este arte que ofrece la ciudad a sus visitantes. No en vano, hay registrados más de cien organismos culturales. Es comprensible por tanto que este paraíso de mitómanos fuese nombrado Ciudad de la Música por la Unesco en 2009 y Ciudad Cultural Europea en 1990.

Plaza de Saint George de Glasgow
Foto: Shuga Sigurdsson
Pero como no todo es una melodía bailada con falda escocesa mientras se bebe una botella de whisky, aquí descubrimos otro de los atractivos de Glasgow. No excesivamente transitada por los turistas, además de musical y alcohólica (y futbolera: pocos hinchas son tan efusivos como los que enfrentan al Celtic, los católicos, con los Rangers, los protestantes), la ciudad es una cuna de arte que sorprenderá al viajero. En sus esquinas esconde numerosos edificios artísticos; en especial, los de la importante herencia cultural que dejó el arquitecto y diseñador escocés Charles Rennie Mackintosh, máximo exponente del «art nouveau» en Escocia, y figura convertida hoy en el emblema de la ciudad.

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