“En el teatro nunca hemos crecido por encima de nuestras posibilidades”


La directora y productora Amalia Ochandiano, y los actores Alberto Amarilla, Tomás del Estál e Itziar Miranda, comparecieron ayer para presentar la obra de teatro ‘Lúcido’, que anoche deleitó a los ceutíes en un Auditorio del Revellín con aforo completo. Los intérpretes, además, reivindicaron el papel de la cultura y pidieron más “apoyo” por parte de los ayuntamientos. “Hay tantos teatros como iglesias, pero hay que llenarlos de contenido”, apuntó Ochandiano.

Amelia Ochandiano es directora, productora y reivindicativa por definición. Así lo demostró ayer, durante la comparecencia que dio en el Palacio Autonómico para presentar la obra de teatro ‘Lúcido’, del autor Rafael Spregelburd. Una charla para hablar de teatro, de cultura y de unas expectativas más bien negras, junto a los actores de la obra: Alberto Amarilla, Tomás del Estál e Itziar Miranda. Esta última, aunque lleve ocho años interpretando a Manolita en ‘Amar en tiempos revueltos’ (y en su ‘Spin-off’), asegura que su público de teatro no la encasilla. ”Aunque si hay gente que nunca ha ido alteatro y viene para ver a ‘Manolita’, se encuentra con una obra que le encanta y, a partir de ahí, va al teatro, pues bienvenida sea”, matizó Miranda. Isabel Ordaz, que completa elreparto, no llegó a la rueda de prensa porque, según explicó Ochandaiano, se “confundió de día”. “Ella es así” bromeó sobre la actriz que interpretaba a las ‘Hierbas’ en ‘Aquí no hay quien viva’.

Pero más allá de la función, reivindicaron el papelde la cultura. “Desde 2005 produzco mis propios espectáculos -explicó Ochandiano, que es directora de la Compañía ‘Teatro de la Danza Madrid’- y la gente del teatro nunca hemos crecido por encima de nuestras posibilidades”. La directora lamentó que la red de teatros se está “desmoronando”. “Hay tantos teatros como iglesias, pero hay que llenarlos de contenido”, apuntó. La directora, pese a hablar de lo “mal” que está el sector, animó a los profesionales “a seguir”. “Nuestro oficio será cada vez más importante, pero hay que conseguir que se nos respete”, agregó Ochandiando, quien recordó la “envidia” que tiene deltrato a los actores europeos. “La cultura está llena de talento y es un país muy productivo, pero los ayuntamientos tiene que apoyar a la cultura porque no podemos perderla”, apostilló. “Hemos pasado de que nos paguen a pagar y estamos todos en estado de ‘shock’, hacemos el esfuerzo pero esta maquinaria se va a parar”, pronosticó. “Tiene que ponerse dinero público para que los espectadores puedan pagar doce euros”, apuntó Ochandiano, pidiendo la implicación de las administraciones y recordando que “quien está subvencionado es el público”.

Familias “peculiares”
La obra que, con aforo completo, llevaron anoche al escenario del Auditorio del Revellín -y que les llevará a Montevideo el próximo año para clausurar las actividades con motivo del nombramiento de la capital uruguaya como Ciudad Iberoamericana de la Cultura 2013/14-, la definieron como un “melodrama familiar en clave de comedia”. Como ejemplo, apuntó la directora, sus risas durante los ensayos mientras los actores lloraban. Unos ensayos en los que la directora fue muy “pesada, concreta y magistral” para que el resultado fuese bueno y el público “se lo pase bien”, apuntaron los actores.
Es la historia de una familia “un tanto peculiar”, según explicó Amarilla, que interpretó a Lucas, el hijo menor de Teté. “El espectador sabe que algo está pasando pero que no descubre hasta el final”, matizó. Miranda, que interpretó a Lucrecia, destacó que aunque la obra sea “compleja” literariamente, su puesta en escena es muy asequible. “La clave de la función está en el equilibrio entre el drama y la comedia”, apuntó Tomás del Estál, quien destacó que la obra también tiene “muchos tintes de suspense”.

Información publicada en El Pueblo de Ceuta