Aficionados

Aficionados
(2011, España) 
Dir. Arturo Dueñas

Una producción en la que todos (sobre todo los actores) son aficionados en vez de profesionales. Como experimento tiene un pase; pero la calidad, pues, depende. En Aficionados logran salvarse aunque con algunos excesos, como el abuso en mi opinión de primerísimos planos cuando no son ni entendibles ni argumentalmente necesarios. El inicio es muy interesante, el típico pero muy bien utilizado recurso de mirada a cámara (herencia del teatro y de su cuarta pared). Ahí sí juegan un papel esencial los primeros planos de las caras, pero después, durante el recorrido por la película, su abuso lo hace un recurso pesado. 

Aficionado no era, sin embargo, el que dedicó muchas horas al montaje. Tantas en parte porque tanto principiante hizo que las horas de metraje grabadas fueran irreproducibles. El director, tal como explicó en el coloquio posterior a la proyección (muy interesante y en el que también lamentaron los males de la distribución), grabó y grabó y dejó improvisar sin ton ni son a los actores. Eso desembocó en que hubiese demasiado trabajo inservible. No es sólo cuestión de ser profesionales o aficionados, sino de una meticulosa y detallada planificación previa que aquí faltó. La improvisación a veces es sólo reflejo de vaguería y pasividad, aunque al final el resultado sea bueno.