“Abogamos por una paternidad comprometida, cuidadora, afectiva, implicada y presente”

Hacia una nueva paternidad más afectiva. Foto: Qrónica

“Instamos al ejercicio de una paternidad comprometida, cuidadora, afectiva, implicada y presente”. El 19 de marzo se celebra cada año San José, el día del padre, y los hombres se alejan cada vez más (afortunadamente) de esa paternidad autoritaria y externa tan característica del patriarcado tradicional para involucrarse más en la crianza. Abanderados de ese cambio están los hombres de AHIGE (Asociación de hombres por la Igualdad de Género), asociación de implantación nacional creada en 2021. Es desde ese foro desde donde instan a ejercer una paternidad más presente e igualitaria.

“AHIGE reivindica la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres, desde la perspectiva del hombre, intentando ser un referente para hombres que promueven cambios hacia una masculinidad responsable, cuidadora, afectiva y, sobre todo, respetuosa, para promover el buen trato, erradicar el maltrato, y fomentar la corresponsabilidad”, explica Santiago Moreno, psicólogo e integrante de esta asociación.

Bajo esos propósitos, AHIGE se suma a la celebración del ‘Día del padre’, pero añadiéndole el calificativo de “igualitario”. “Porque queremos señalar y reivindicar un modo de ser padre distinto al que ha sustentado el patriarcado tradicional; ausente de la crianza y presente en la imposición del poder”, explican desde la asociación.

Un camino hacia la igualdad en el que se van dando pasos aunque lentos y con el riesgo constantes de caer en los micromachismos. “Sin duda -explican desde AHIGE- se están produciendo cambios positivos hacia una mayor participación de los hombres en los cuidados y en la crianza, pero debemos estar alerta para no caer en las trampas que suponen la autocomplacencia y la sobrevaloración, cuando se hace un poco partiendo de casi cero, o de los privilegios de ocuparse de los cuidados directos de la criatura, pero no tanto de las tareas domésticas”.

Y es que para que la paternidad sea ejercida en igualdad con la maternidad se deben compartir los cuidados del menor, pero también los de la casa, además de algo muy importante, la carga mental de la crianza. “Si queremos ser corresponsables, debemos ir hacia la presencia -añade Moreno-; se ha acabado ese debate de con la calidad es suficiente y llegamos a la hora de la cena y como mucho bañamos a la criatura y le contamos un cuento. Si no es presente, la paternidad no puede ser corresponsable, y la corresponsabilidad es lo que va a lograr que la conciliación deje de ser un asunto de mujeres y se convierta también en un asunto de hombres”.

Una conciliación para la que se hace necesaria la corresponsabilidad en cuidados del menor, en reparto de las tareas domésticas y cuidado de la casa y la ya citada carga mental. “A ello hay que sumarle que, una vez que los hombres ya están más implicados en la crianza, y también en las tareas del hogar, llega el siguiente paso que es la carga mental de esas tareas y todavía los hombres en eso vamos aún más pasos atrás que las mujeres”.

Equiparación de los permisos de maternidad y paternidad

En ese abogar por la conciliación entra a debate otro asunto, la equiparación de los permisos de paternidad con los de maternidad. Desde enero de 2021, padres y madres tienen las mismas 16 semanas de permiso por nacimiento y adopción, pero según AHIGE la ley que lo regula tiene “trampas que impiden que esos tiempos sean realmente igualitarios”.

PPiiNA es una asociación, creada en 2005, con el objetivo de conseguir la reforma en España del sistema de permisos de maternidad y paternidad. Desde esa entidad señalan dos obstáculos que dificultan que los padres se responsabilicen plenamente. “Por un lado, la obligatoriedad de que el padre se tome tras el parto seis primeras semanas consecutivas de su permiso. Y, por otro, la potestad que tiene la empresa de impedir al padre tomarse el resto de las semanas de manera no consecutiva. De tal manera, está resultando que solo el 25 % de los padres se toma el permiso de manera fraccionada y por lo tanto en el 75 % de los casos el padre y la madre coinciden en casa las 16 semanas del permiso”.

A estas peticiones se le suma el debate acerca de si igualar los permisos de maternidad y paternidad pueden reflejar una desigualdad hacia las mujeres, puesto que el permiso de maternidad de las madres lleva más de 30 años durando 16 semanas, mientras que el de los hombres se ha ido legislando para ampliarse desde no tener hace apenas 15 años a estar igualado al de las mujeres actualmente. Asociaciones como PETRA Maternitats Feministes explican que “no se ha contado con las demandas de las madres, las cuales llevan mucho tiempo pidiendo un mínimo de seis meses”. Seis meses que, además, es el mínimo de tiempo que se recomienda dar lactancia materna exclusiva al bebé, una práctica recomendada encarecidamente desde la Organización Mundial de la Salud, pero que se vuelve una carrera de obstáculos si la madre lactante debe incorporarse a los cuatro meses. 

       

Artículo publicado en  Qrónica